Pintabas el cuadro con los ojos de tigre que ella había inventado para hablar de vos.
Habías cambiado, eso era lo único que sabían vos y y el bastidor, que te miraba impoluto y erguido desde el atril.
Ya no eras tan valiente como antes. Ni en sueños soportabas un mentiroso "hasta luego". "No lo digas"- le habías pedido, y ella te había hecho caso por primera vez en su vida. Ella tamoco era tan valiente como antes. Se fue sin decirlo, aunque no era necesario y el primer trazo fue negro y corto, como el último.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
primaaaa!!!!! me encanta todo lo que escribis...hace mucho que no nos vemos..pero bueno nos veremos ahora para el gran e importante cumpleaños de tu papa(mi tio) aquel que te prometio la famosa cebra... muuuuuuchos besotes.
te kiero muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuchooooooooooo!!!!!!!! tu primita,juli.
Ay, Juli, que emoción encontrarte por acá. Te quiero mucho, mucho. Ya nos veremos y esperaremos juntas a mi amiga rayada en el balcón de los abuelos que compartimos.
Publicar un comentario