miércoles, 19 de septiembre de 2007

Pedro y Vilma me regalaron un castillo lleno de palabras.
Un día les puse música con tinta azul y las convertí en un himno de margaritas bailarinas.
Ahora ellas sonríen sin vergüenza porque saben un secreto que les contó Blancanieves:

las canciones que nacen en ese palacio duran para siempre.

sábado, 8 de septiembre de 2007

Vos le hablabas al oído con un pentagrama embebido en granos de su droga preferida.
Él te consumía como si el cielo se le fuera a caer encima, con nubes hechas de cuerdas que nunca desafinan en tus brazos.

Hoy se ríe cuando se recuerda preso de ese caldo, pero se regocija sabiéndose un esclavo de lujo.