
Un día les puse música con tinta azul y las convertí en un himno de margaritas bailarinas.
Ahora ellas sonríen sin vergüenza porque saben un secreto que les contó Blancanieves:
las canciones que nacen en ese palacio duran para siempre.
Este es el blog de una ingenua estudiante universitaria que desde hace unos años espera a la cebra que su padre le prometió alguna vez para su cumpleaños. Mientras tanto, escribe para alimentar sus esperanzas de algun día poder flotar juntas en el mar.
4 comentarios:
Son canciones muy preciosas, por cierto.
Cuando podremos leer más escritos, el pueblo reclama
gracias!!siento que no hice las cosas tan mal...,por lo menos para mi sos uno de los logros más queridos (junto con esas personitas con las que compartis tu vida).
quiero más, apoyo el pedido del sr godot, necesito más, te prometo no molestarte a la mañana
Picapiedras
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