
Un día les puse música con tinta azul y las convertí en un himno de margaritas bailarinas.
Ahora ellas sonríen sin vergüenza porque saben un secreto que les contó Blancanieves:
las canciones que nacen en ese palacio duran para siempre.
Este es el blog de una ingenua estudiante universitaria que desde hace unos años espera a la cebra que su padre le prometió alguna vez para su cumpleaños. Mientras tanto, escribe para alimentar sus esperanzas de algun día poder flotar juntas en el mar.